La Obesidad como problema social.


Obesidad

Hace 2 semanas fui a una despedida de soltera en donde tuve la oportunidad de conocer a una persona bastante interesante (política) que me hizo ver  “la obesidad” con un enfoque diferente al que usualmente manejamos, un PROBLEMA SOCIAL.

“La obesidad” como un problema social va más haya de los estándares de belleza, más haya de los estándares de salud. “La obesidad” no es solo la puerta a un sin fin de padecimientos y enfermedades, es también la puerta a muchos problemas sociales, y en esta ocasión me abocaré a platicarles acerca de uno de ellos en particular, -La violencia intrafamiliar- .

FAMILIA.-

Madre de familia.- No estoy feliz conmigo (no me gusta lo que veo, no me acepto, no me quiero)  y transmito a mi familia exactamente eso, inestabilidad, inconformidad, enojo.

Padre de familia.-No estoy feliz conmigo (no me gusta lo que veo, no me acepto, no me quiero) y trasmito a mi familia lo mismo que mi esposa,  además  que mi esposa me enoja tanto que a veces la golpeo.

Hijo.-No soy feliz, soy el resultado de lo que veo en mi casa. Por eso no quiero estar ahí, prefiero estar en la calle, que ver como mi papá  golpea a mi mamá, o como golpea a mis hermanos. Hoy aprendí a golpear.

Los seres humanos aprendemos a través de los sentidos, es decir, imágenes, sonidos, sabores, aromas y texturas.

 Relacionamos recuerdos, con vivencias del ahora. ¿Cuántas  veces un aroma no te recuerda a alguien?  Tal vez es un recuerdo  bueno, tal vez uno malo, así también una imagen. Como lo marca el instinto y la misma tendencia del comportamiento humano  repetimos patrones de conductas que lejos de crear, destruyen.

El esposo de una amiga dice “en cada nueva jugada tienes la oportunidad de hacer la diferencia” el es entrenador y jugador de fut ball americano.

Yo te digo “cada vez que te late el corazón tienes la oportunidad de hacer la diferencia”

Atrévete a  ser diferente y por favor ni te preocupes, ocúpate.

Dietoterapia

Por: Ara Sánchez

Dietoterapia

"Deja que tu medicina sea tu alimento y deja que tu alimento sea tu medicina", esto fue enunciado hace 2500 años por el padre de la medicina, Hipócrates. La salud depende en gran parte de nuestra alimentación. Los buenos hábitos alimenticios de cada día contribuyen a mantener nuestra salud.

Cuando el equilibrio de nuestro organismo se rompe por un aporte insuficiente o exceso de algún nutriente estamos expuestos a desarrollar algunas enfermedades.

En el Lejano Oriente -lejano, por supuesto para nosotros en occidente- el arte de la cura por los alimentos es tan antiguo que se dice que nació al mismo tiempo que la humanidad.

 

Pero aunque en Oriente goce de tan larga
tradición, sobre todo en China, donde es desde hace siglos una parte fundamental de la medicina, lo cierto es que para nosotros no es un concepto habitual.

 

La dietoterapia consiste en el uso de los alimentos con
fines terapéuticos, lo cual incluye el cuidado del cuerpo, la conservación de la salud y, ciertamente, la prevención de las enfermedades.

 

Por naturaleza, las personas necesitamos
alimentarnos para poder subsistir, para reponer  fuerzas y  energía.

 

¿Por qué los alimentos pueden prevenir y curar las enfermedades?

La respuesta va ligada a la manera oriental de entender la vida del universo. El cosmos está formado de materia, y toda materia tiene su propia naturaleza: el yin y el yang.

El yin representa la naturaleza de lo frío, de lo interior, de lo inferior, del reposo, como el agua. El yang representa, como el fuego, la naturaleza de lo caliente, de lo exterior, de lo superior, del movimiento.  Si el yin y el yang están en equilibrio, no hay ningún problema de salud; pero si se rompe ese equilibrio, aparecen las enfermedades.

Así, las verduras, las legumbres y las frutas son de naturaleza fría, por lo que pertenecen al yin. Sus propiedades permiten aliviar el calor, desintoxicar, aliviar la sed..., es decir, combatir enfermedades de naturaleza caliente o yang, como
fiebre, dolor e inflamación de garganta, estreñimiento y úlceras.

 

Todos los excesos son malos, así pues, no debemos comer demasiado, o muy poco, podríamos provocar un desequilibrio nutritivo que acarreará, a su vez, un mal funcionamiento del organismo.


Creo que con lo dicho queda bastante claro que es posible utilizar lo que comemos no solo para alimentarnos y aunque nos cueste aceptarlo “los hábitos alimenticios y el balance entre los mismos son la base de una vida llena de salud y belleza”

Suscribete a NUTRIDIAZA por correo

¿Por quien?...‏



Por: Ara Sánchez

¿Porque es tan importante tomar agua?

POR… TU PIEL, MI PIEL, NUESTRA PIEL.

 

La hidratación es un patrimonio esencial de la piel que hay que conservar, cuidar y enriquecer continuamente para que ésta se mantenga joven, suave y flexible por más tiempo.

La hidratación sin lugar a dudas es la clave de la vitalidad y belleza cutáneas.

La hidratación es un factor esencial en el mantenimiento de la juventud y vitalidad de la piel en cualquier época y edad.

La piel al igual que el cuerpo está compuesta por un 70% de agua, este elemento es también el que tiene una presencia dominante en la piel. Por ello, cuando la cantidad de agua es insuficiente la capa córnea pierde elasticidad y experimenta una sensación de tirantez, fenómeno generalmente conocido, con el término “piel seca”. En cambio, una piel correctamente hidratada es suave, flexible y ofrece un aspecto joven y resplandeciente.

Una piel saludable es aquella que mantiene unos niveles de concentración hídrica idóneos es decir la hidratación justa y necesaria. La presencia de agua en la dermis y epidermis favorece a la regeneración de las células cutáneas, que contribuye a su vez en la renovación de nuestra piel. Una óptima concentración hídrica es determinante también para la flexibilidad de la piel y, como consecuencia, para la prevención de la aparición de las arrugas de expresión que se produce con la edad y para la cicatrización de pequeñas heridas.

La deficiencia en la ingestión de agua a lo largo del día o los problemas hormonales inciden negativamente en la asimilación y fijación del agua en la piel. Esta escasez se manifiesta rápidamente en la superficie cutánea a través de mensajes inconfundibles como son la piel seca o la tendencia a mostrar irritaciones.

Hazlo por tu piel y trata de tomar mínimo dos litros de H2O diariamente siempre.